viernes, 24 de marzo de 2017

FUTBOL Y DICTADURA





 El 24 de marzo de 1976 se produjo en la Argentina el golpe de estado que dió lugar a la dictadura militar más sangrienta de nuestra historia, en la que se perpetraron  torturas, asesinatos, desapariciones forzadas de personas, encarcelamientos y el exilio de miles de militantes políticos y sociales.
El futbol no quedó al margen de esos crímenes masivos. Entre los desaparecidos se encuentran el delantero riojano Gustavo “Papilo” Olmedo ; Antonio Piovoso, que llegó a jugar un par de partidos en la primera de Gimnasia y Esgrima La Plata;  Norberto Morresi,hermano de Claudio -destacado jugador de Huracán, River Plate, Vélez Sarsfield y Platense, que luego fuera funcionario de deportes de la nación durante el kirchnerismo- y  el arquero de Almagro, Claudio Tamburrini, que estuvo secuestrado y logró finalmente huir de su cautiverio. Los deportistas,  futbolistas  y entrenadores víctimas de la dictadura militar se cuentan por decenas.Quizás el hecho más recordado  y emblemático es el de la Copa Mundial de 1978 , un torneo envuelto en sospechas de corrupción estatal y deportiva (fundamentalmente en el partido entre Argentina y Perú), además de la utilización política que la dictadura hizo del mismo. Tanto fue así, que en la entrega de la copa a la selección argentina por parte del dictador Jorge Rafael  Videla, el equipo de Holanda- subcampeón del certamen-  no subió a recibir la medalla en repudio a las violaciones a  Derechos Humanos que se cometían en la Argentina. De hecho, a pocas cuadras del Monumental funcionaba el campo de la ESMA. Entre los hechos polémicos merece también recordarse  que una revista deportiva de circulación masiva le atribuyó una falsa carta al  holandés Ruud Krol, que el mismo jugador, años más tarde, se encargó de desmentir. Al año siguiente, en 1979, el seleccionado juvenil argentino logró el título del mundo y también en ese caso el gobierno militar usó el torneo para desviar la atención y utilizar políticamente ese campeonato. En 1996, cuando se cumplían 20 años del golpe, el árbitro Daniel Giménez -que además era militar- se negó a otorgar un minuto de silencio, lo que generó una recordada  polémica. El fútbol y la dictadura cívico militar no fueron hechos disociados. Existieron vínculos, pulsiones, víctimas y victimarios que tuvieron como común denominador ambos espacios. La historia se encargo de aclararlos. Vaya nuestro aporte en este día de reafirmación de la Verdad, la Memoria y la Justicia.

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