jueves, 7 de noviembre de 2019

ENTREVISTA A PERIODISTAS DE EL GRAFICO EN EL DÍA DEL PERIODISTA DEPORTIVO


Hoy 7 de noviembre, día del periodista deportivo, entrevistamos  a periodistas que escribieron en El Gráfico, mítica revista deportiva argentina que el 30 de mayo de este año cumplió 100 años y que en enero de 2018 dejó de salir. Estos profesionales nos relataron su experiencia y vivencias en este medio. 
Los periodistas que tuvieron la gentileza de brindarnos su colaboración fueron José Luís Barrio, Diego Borinsky, Horacio Del Prado y Pablo Aro Geraldes.
A todos les formulamos las mismas preguntas:
A-¿ Que fue para vos haber trabajado en El Gráfico?
B-¿Cuál fue la mejor nota o cobertura que más satisfacciones te dió?
C- ¿Qué te generó cuando dejó de salir el año pasado?
JOSÉ LUIS BARRIO nos expresó lo siguiente:
A- Haber trabajado en la revista El Gráfico en dos etapas -un total de 15,16 años- y haber llegado en el ultimo tramo a ser el director adjunto de la revista fue, en mi caso, cumplir un sueño que venía teniendo desde los 14 años, cuando mi padre me regaló una revista El Gráfico; lo siguió durante todas las semanas hasta que yo me mudé de la casa de mis padres y eso fueron unos cuantos años más mas. El venia cada lunes a la noche del centro con la revista y desde esa edad 14,15 años.., mi sueño fue, en principio, ser periodista, después ya quise ser periodista con especialización en deportes: periodista deportivo y, a pesar de que en mi carrera después me ha tocado, -porque me interesa muchísimo también la política, las políticas y las cuestiones sociales y he podido desarrollar también un poco de eso-,  la verdad es que la base de la trayectoria que me ha tocado tener es en el periodismo deportivo. Sintéticamente, fue un sueño desde la adolescencia y cuando a los 29 casi 30 años me tocó  ingresar sentí lo que un jugador de futbol profesional dicen que siente al llegar a River o a Boca o, internacionalmente hablando, que se yo al Real Madrid, al Barcelona, a la Juventus o a cualquiera de esos clubes. Había llegado al máximo donde se podía estar y luego, con el transcurrir de los años, esto se fue acentuando porque me daba cuenta de las diferencias de trabajar en El Grafico y trabajar en cualquier otro medio deportivo o de interés general que dedicara paginas al deporte. Era verdaderamente….trabajaban muchos de los mejores periodistas deportivos del país, teníamos el acceso a todo, los viajes, el confort, las facilidades y también el inmenso peso de la opinión de El Grafico en todos esos años : la década del 70, el 80 y en mi segunda etapa en finales de los 90.         

B- Con respecto a la cobertura no me es tan sencillo pensarlo. Me debe haber tocado hacer en las diferentes etapas y en los diferentes puestos del escalafón en los que estuve, empecé recortando fotos en el archivo y bueno…terminé  como director adjunto muchos años después. Recorrí  todos los niveles de responsabilidad de la revista…No es tan fácil. Por decir una: los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Fui solo, era el único periodista de El Gráfico que estuvo y realmente estaba muy satisfecho con la forma en la que había podido cubrir ese acontecimiento deportivo. Luego, al regresar a Buenos Aires, todo el mundo me hizo saber su satisfacción, internamente en la revista, pero también la repercusión entre los colegas. He recibido algún premio también en esa época por esa cobertura y, si tengo que elegir una, es esa. 

C-Con Respecto al cierre de la revista fue, como lo he dicho otras veces, la crónica de una muerte anunciada, cayó en manos de la familia Ávila, la familia Vigil la vendió allá por 1999. La familia Ávila encabezada por Carlos era una familia que sabía muchísimo de televisión pero nada de gráfica. La revista quedó en manos de uno de los hijos de Carlos Ávila y a partir de ese momento comenzaron los desmanejos, los errores, los cambios de personas, de responsables, lo que derivó en un producto muy malo a comienzos de este siglo: 2002,2003. En 2004 la única alternativa que se encontró ante el fracaso de la revista fue convertirla en mensual. Fue cuando empezó a morir porque, obviamente, perdió todo su peso. La revista El Gráfico en su momento simplemente opinando era capaz de cambiar el entrenador de una selección nacional o de proponerlo, era capaz de generar un sentimiento de que si lo decía El Grafico estaba bien, de allí surgió el apodo de “la biblia del deporte”. Todo eso, toda esa seriedad y esa rigurosidad que nos habían enseñado como escuela desde Borocotó,Frascara para aqui, desapareció, ya no influyó en el mundo del deporte, ya prácticamente no se hablaba de ella, era una revista mensual más  con algunas buenas notas interesantes pero que no tenían nada que ver con el protagonismo que la revista que había tenido. Así que siempre pensé que estaba al borde de la muerte y bueno….un día murió y la verdad es que fue un dolor terrible porque era un símbolo nacional. Durante muchísimos años figuró para la prensa internacional entre las cinco revistas mas importantes del mundo. Eso fue en los años 60,70,80,90. Estaba junto con revistas europeas como France Football,la publicación de Corriere Dello Sport, Sports Illustrated de los Estados Unidos y la revista Placar de Brasil . Se perdió todo eso y la verdad es que fue un dolor muy grande pero no fue un infarto, fue una larga enfermedad que un día derivó en la muerte que aun hoy lamento muchísimo.  

DIEGO BORINSKY 
Este entrevistado manifestó ante nuestras preguntas :

   A- Haber trabajado en El Grafico 26 años es un privilegio enorme, es la revista que leía de chiquito y siempre fue una escuela de grandes periodistas, así que cuando entré -estaba Juvenal, Natalio Gorín, Daniel Arcucci, Hugo Suerte, Gonzalo Abascal- era escuchar y aprender. Eso es lo que me había dicho el Flaco Rafael (Eduardo Rafael): que vaya, que fuera a tomar café y que escuchara y demás. Y además después me permitió ir ganando un nombre y el poder escribir libros. .Eso obviamente tiene que ver con la exigencia que fue siempre El Gráfico y la escuela ¿no? De las correcciones, y escribir bien, te inculcaban eso.
B- La mejor nota o cobertura... es difícil…..yo siempre digo que cuando te hacen estas preguntas yo tendría que hacer un repaso de los 26 años, de todas las notas, para no olvidarme ninguna pero bueno…No se, una cosa que quedó para siempre, que por suerte se pudo mantener son las 100 preguntas que ahora salen en La Nación, porque cuando cerró El Gráfico Pablo Vignone -que había sido compañero mío en El Gráfico y que estaba de subeditor de deportes en La Nación- me dijo: “Quiero que sigas haciendo las 100 en La Nación” y bueno…Es como una sección que fue reconocida con el tiempo y me dio mucha satisfacciones. Incluso al hacer las 100 preguntas, primero a Almeyda y después a Gallardo, fueron como el germen de ambos libros así que… entrevisté  a Maradona también para las 100 (nunca lo había entrevistado )y bueno….Hay muchos ejemplos. Esa fue una.  
C- Y…La verdad una gran sorpresa porque  la gráfica siempre estaba en caída, cada vez se venden menos ejemplares y es todo muy difícil. En un momento dejó de salir el poster porque era caro, habían bajado la cantidad de páginas. La verdad que fue inesperado. Yo estaba justo saliendo de vacaciones y me escribió mi compañero Elías Perugino. Cuando  me dijo eso fue como un impacto fuerte ¿No? Más  como lector de El Gráfico que como laburante.Yo tenia otro trabajo en la radio en Cadena 3 pero bueno me impactó el hecho cuando me mandó: “Cierra el Grafico, echan a todos” . El mensaje era de Elías Perugino, que un rato antes me había escrito que los habían citado a todos a oficina de recursos humanos  a las tres de la tarde. Me  impactó mas el tema del cierre de El Gráfico que el que nos echan a todos.... mucha tristeza. Y yo justo me estaba yendo a Estados Unidos así que hubo 3 o 4 días que ni abrí el celular. Después  fui contestando pacientemente a todos, gente de todas partes del mundo impactados por la noticia ¿No? Y justo cuando faltaba un año para cumplir 100.   

HORACIO DEL PRADO
Nos respondió lo siguiente:

A- Un sueño cumplido. Cuando era adolescente los veía salir de los vestuarios a los periodistas y los fotógrafos, cargando las cámaras y los grandes lentes que se usaban entonces, con aires de urgencia, como si fuesen corresponsales de guerra cumpliendo contra reloj una misión de vida o muerte. Subían apurados y preocupados a las grandes camionetas coloradas de doble cabina que tenía la Editorial en aquellos años y partían a toda velocidad, como héroes o bomberos; como si el mundo dependiera de lo que ellos escribieran esa noche sobre el partido. Yo me decía: “Pensar que un día voy a estar ahí, voy a ser como ellos un héroe, alguien importante, escribiendo rápido y bien cómo fue el partido, quién metió los goles, y me leerán millones, lo que será bueno porque nunca me bajaré de la verdad”. Y estuve.  
B- En mi época, todavía sentíamos una admiración y un respeto absoluto por los grandes ídolos. Me acuerdo que Futbolistas Argentinos Agremiados jugó un partido a beneficio en Colonia, Uruguay, contra la Mutual Uruguaya de Futbolistas. Apenas se iba a publicar una foto con algunos datos y me enviaron solo para que anotara algo e hiciera experiencia. De pronto me encontré en una mesa de café sentado junto a Antonio Ubaldo Rattin, Ermindo Onega, Oscar Mas, que me hablaban y me preguntaban si quería azúcar… Mi emoción era tan grande como mi timidez, no podía hablar delante de los Dioses. ¿Qué le iba a decir al Papa, a San Pedro, a San Mateo? Esa emoción me acompañó siempre. Fui cronista durante años del día a día en las carreras de protagonistas muy grandes, como Menotti y Bilardo, Labruna y Lorenzo, Victorio Spinetto y Osvaldo Zubeldía. Conocí a Sívori, a Didí, a Pelé. Entrevisté a un montón de leyendas que habían sido ídolos de mis tíos y de mis padres: Adolfo Pedernera, Tucho Méndez, José Manuel Moreno, Mario Boyé, Félix Loustau. Vi nacer y llegar, o no llegar, a innumerables sueños del pibe que no lograron coronar o lo consiguieron todo, como Diego Maradona, al que me mandaron a hacer su primera nota en El Gráfico cuando él tenía recién sus 12 añitos… No viajé mucho, pero conocí toda la Argentina y Sudamérica, Europa y el Africa, gracias a la revista y los partidos. La verdad es que lo que más satisfacción me dio fue el hecho de que grandes jugadores que estaban en la lucha por llegar, me agradecían el apoyo que sentían les había dado, mencionándolos en notas cuando nadie los conocía, o cuando temían caer en el olvido de la gente porque las lesiones los acosaban y habían desaparecido de la escena… 

C-Me generó un sentimiento parecido al de la muerte de una persona que uno quiere mucho y su partida le entristece, pero comprendiendo a la vez, como si se tratase de uno mismo, que uno o el amigo o abuelo ya vivió su vida, que vivió bien, que ya está viejito y su mundo cambió y mejor que deje de sufrir en una agonía sin sentido cuando todos o casi todos sus amigos ya han partido. El Gráfico fue nuestra gran revista del Siglo XX, contribuyó a la consolidación de la identidad argentina que todavía se buscaba explícitamente cuando Boca hizo la gira a Europa en 1925, y entabló un diálogo probablemente irrepetible entre redactores y lectores, para consensuar un olimpo de valores y referencias simbólicas compartidas más allá del conflicto histórico real, sus violencias y hambrunas, sus desigualdades vergonzosas e injusticias sociales y políticas y de todo tipo. El Gráfico vivió mientras los grandes deportistas eran todavía reservorios de la posibilidad de amor religioso e inmaculado por alguna cosa o persona o hecho mitológico o trascendente o verdadero. Y murió cuando ese espíritu de época murió y se lo llevó de recuerdo, cuando aquellos Firpo y Accavallo, Fangio, Froilán, Gálvez, Simonetto, Harriott, De Vicenzo, dejaron de ser la encarnación de valores sagrados, para ser reemplazados por otros no menos grandes, pero a quienes ya se trataba de investigar y desnudar en las flaquezas de su realidad humana, en sus peleas minúsculas, sus  debilidades, sus miserias, sus delitos y adicciones, cuando el chimento malicioso o la crítica implacable fueron ganando espacio sobre la ingenuidad del mundo anterior, sobre aquel clima de primera comunión entre figuritas de campeones y banderines invictos. Cambió el público, cambió el mundo, cambió el periodismo deportivo, cambió la tecnología…  Murió El Gráfico, que no pudo sostener aquel amor e interés por los juegos y sus jugadores, que se expresaba en el romanticismo profundo y el amor por los personajes y sus destrezas y aventuras escrito por Borocotó, Frascara, Juvenal, Ardizzone, El Veco, fotografiado por Alfieri o Legarreta y leído como el Catecismo o la Billiken por una multitud de lectores que también pertenece ya a ese pasado, al siglo anterior, a esa nostalgia.
PABLO ARO GERALDES por su parte nos expresó:

A - Un sueño cumplido. Mi inclinación por el periodismo nació leyendo El Gráfico desde muy chico; no me interesaba por otros medios, añoraba trabajar allí y lo terminé haciendo (1998-2002 y 2010-2013).

B - Recuerdo una de cada etapa: un profundo informe sobre los extranjeros en el fútbol alemán ("United colors of Bundeliga", 2001) y una entrevista en Belize con el máximo goleador mundial 2013, Deon McCaulay.

C - Una sensación de profunda tristeza por la revista, de bronca contra la empresa Torneos y de solidaridad total con los compañeros que se quedaban sin empleo en medio de una economía argentina destrozada por el gobierno nacional.

2 comentarios:

  1. El Gráfico, un amigo y compañero de tantos años, que como tantos quedará en el recuerdo de aquéllos que lo hemos compartido y disfrutado. Se fué, como se van los amigos generaconales y lamentablemente no ha sido reemplazado por la vorágine digitalizada y mediática que no ha sabido ocupar su lugar.

    ResponderEliminar

EL PRIMER PARTIDO QUE JUGÓ LA SELECCIÓN DE SAN MARINO Y EL PRIMERO OFICIAL

  Si bien la federación sanmarinense de fútbol se fundó en 1931 y se afilió, tanto a la FIFA como a la UEFA en 1988, dos años antes, el 28 d...