Foto:Mundo Deportivo |
En el partido de ida el Atlético de Madrid había ganado por 3 a 0 en el Vicente Calderón.
Como en esos días había partidos de selecciones (amistosos, eliminatorias,etc.), el equipo Catalán salió al campo de juego con sólo 10 titulares y un suplente, que era el arquero. No pudo completar el número de jugadores reglamentario porque varios integrantes del plantel habían sido convocados a sus respectivos seleccionados nacionales. Así se plantaron, parándose delante del banco de suplentes, cuando ya el árbitro y sus jueces de línea, al igual que los jugadores del Atlético, se encontraban en el campo de juego para que empezara el encuentro.
Mientras los demás jugadores del Barça seguían protestando, el capitán Josep Guardiola se acercó al círculo central a hablar con el juez Manuel Díaz Vega y su par del colchonero Santi Denia, para comunicar que no se iban a presentar a disputar el partido, ya que no tendrían el mínimo de jugadores exigido reglamentariamente, y se retiraron a los vestuarios.
Luego de este incidente la Real federación española de fútbol le dió por ganado el partido 3 a 0 a los colchoneros, que clasificaron para la final, y sancionó al blaugrana prohibiéndole jugar la siguiente edición de la Copa Del Rey. Cabe señalar que esta suspensión fue luego levantada.
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