El 23 de julio de 1966 se enfrentaban el local Inglaterra y Argentina, por los cuartos de final del campeonato mundial de ese año que se llevaba a cabo en tierras británicas.
El partido terminó 1 a 0 a favor de los ingleses bajo una fuerte polémica, tanto en la previa como durante y con posterioridad a jugarse el cotejo.
En la previa el tema fue el sorteo de las designaciones arbitrales, que determinó que los partidos en los que se enfrentaban Uruguay y Alemania iban a ser dirigidos un inglés, mientras que Argentina - Inglaterra iba a ser dirigido por un alemán.
En el partido en el que Alemania goleó 4 a 0 a Uruguay el juez inglés, James Finney, perjudicó a Uruguay no sancionándole un claro penal y expulsando a dos jugadores uruguayos.
En cuanto al partido entre Inglaterra y Argentina, ocurrió que a los 36 minutos de juego, cuando Antonio Ubaldo Rattin fue a protestarle al árbitro alemán Rudolf Kreitlein mostrándole la cinta de capitán, el juez no entendió lo que le quería decir originandose una confusión, ya que el árbitro malinterpretó la acción de Rattin.
El partido estuvo parado durante varios minutos hasta que Rattin se fue del terreno de juego. Después pasó por el banderín de córner en el que flameaba la bandera inglesa y lo retorció. Está situación dio origen al mito de que el jugador argentino habría visto el partido después de ser expulsado, desde el palco de la reina.
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