El 9 de octubre de 1983 se enfrentaban Santos y Palmeiras por el campeonato Paulista de ese año, en un partido que terminó con empate 2 a 2.
El Santos ganaba por 2 a 1 faltando pocos minutos para el final, pero en el tiempo de descuento se produjo la igualdad del Palmeiras. Fue por una pelota que se iba afuera y que terminó pegando de forma accidental en los pies de Jose de Assis Aragao, el árbitro del encuentro, y que se metió en la red produciéndose el gol que transformó el resultado en un 2 a 2 final.
Los jugadores del Peixe le protestaron al juez del cotejo por está situación que los perjudicó. Por esta curiosidad fue llamado "El juez artillero".
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