viernes, 30 de marzo de 2018

LOS "DESASTRES" DE LA SELECCIÒN ARGENTINA

                                 
El desastre de Suecia es el nombre con el que se conoce a la eliminación de la selección de fútbol de Argentina de la Copa Mundial de 1958 a manos de la selección  de Checoslovaquia. El encuentro se disputó el 15 de junio de 1958 en el Estadio Olimpia de la ciudad de Helsingborg, Suecia, país sede del campeonato. Aquel día, Checoslovaquia goleó a Argentina por 6-1.El resultado final significa la derrota más abultada del seleccionado albiceleste en una Copa del Mundo, y la mayor caída de su historia, posteriormente igualada por la selección de Bolivia en abril de 2009 en el marco de la 12ª fecha de las eliminatorias para el Mundial 2010.
Entre otras consecuencias de lo ocurrido en Suecia, el legendario arquero Amadeo Carrizo abandonó la selección y con el tiempo confesaría: “...cuando llegamos al país, después de la eliminación, el avión tuvo que aterrizar en una chacra de Monte Grande para que no nos mataran. Algunos periodistas argentinos que estaban en Suecia le habían pedido a la gente que nos fueran a buscar a la estación aérea con palos y piedras, había mucha bronca, nos querían matar, decían que éramos vendepatria. Nadie nos iba a creer que la Argentina carecía de organización y que ninguno de nosotros cobró un solo peso para jugar ese mundial”.
                                 
Otro traspié impactante lo constituyó la derrota albiceleste en la eliminatoria para el mundial de Estados Unidos, cuando cayó por 5 a 0 de local conra Colombia, lo que obligó a Argentina a jugar un repechaje con Australia y la vuelta de Diego Maradona al seleccionado.
                                 
Hace pocas horas, Argentina fue goleada 6 a 1 por España. Hasta ahora, ese resultado no ha deparado decisiones. El hecho de que ocurriera a pocos meses del mundial de Rusia, hacen que el resultado sea aún más preocupante.

lunes, 26 de marzo de 2018

LA FALTA DE SCHUMACHER A BATTISTON


                                                                              
Durante la semifinal correspondiente al mundial de España 82, que enfrentó a Francia y Alemania Federal, se produjo una de las faltas más terroríficas de la historia de la copa del mundo. Fue en una jugada mano a mano en la que el arquero alemán, Harald Schumacher, se le tiró con todo el cuerpo encima a Patrick Battiston, accionar con el que lo dejó incosciente provocándole conmoción cerebral, la  pérdida de un par de dientes  y la fractura en algunas de sus vértebras y de la mandíbula. Pese a eso, el árbitro holandés Charles Corver no cobró el foul y terminó dando saque de arco.
Mientras trataban de ayudar a Battiston, que terminó retirándose  en camilla, Schumacher ni siquiera se acercó y se quedó en su área esperando efectuar el saque de arco que reanudaría el juego.
El partido terminó 3 a 3 y el conjunto alemán ganó por penales en la primera definición de esta clase en la historia de la copa mundial, clasificándose así para la final, en la que terminaría perdiendo frente a Italia.

jueves, 22 de marzo de 2018

EL LOCO ES UN SUEÑO ETERNO

                                                                                 



En su última gambeta, la más invisible, acaso muda y desesperada, el Loco decidió irse y, por primera vez, se ubicó del otro lado de la raya de cal.
El Loco, como el Castelli que relata Andrés Rivera, fue protagonista exclusivo y excluyente de una Revolución. Y, como a Castelli, un cáncer de lengua, implacable, le marcó el final.
El Loco, también éste, era un revolucionario.
Un innovador sin límites de las gambetas, los quiebres de cintura, la magia, las indisciplinas apasionantes que dejaban al descubierto los mitos  alienantes del fútbol.
El Loco Houseman (1953-2018) fue uno de los más grandes wines que recordemos. Como Corbatta, como Garrincha. Todos ellos asediados por un final parecido. Ese que conjuga dificultosamente la admiración eterna con la moralina doméstica de los prolijos adustos que nunca, nunca, reconocerán a un revolucionario.
Nos quedamos con su decisivo aporte en el Huracán del 73, con su extraordinario gol a Italia, de definición inexplicable, contrafísica. Y con su festejo alocado en el Mundial del 78. Se fue el Loco Houseman. La Revolución, también en el fútbol, especialmente en el fútbol, es un sueño eterno.
                                                                  

lunes, 19 de marzo de 2018

ARCO ROTO EN UN MUNDIAL

                                                                           
En el partido disputado por Bulgaria y México en los octavos de final del Mundial de 1994 que se jugó en los Estados Unidos ocurrió un hecho muy particular. En esta oportunidad la selección de Bulgaria derrotó a México por penales, tras igualar 1 a 1 en el tiempo reglamentario.
Lo curioso fue que, en un tiro de esquina de Bulgaria que ejecutó Kassimir Balakov, el defensor mexicano Marcelino Bernal rechazó  la pelota de cabeza en la línea, mandándola de vuelta al corner . Tras  ello  el jugador se llevó puesta la red y el arco, que terminó rompiéndose en la parte de un sostén.  El partido estuvo parado entre cinco y diez minutos hasta que operarios de la organización sacaron el arco roto, trajeron otro de repuesto, lo acomodaron y el partido continuó normalmente.

viernes, 16 de marzo de 2018

EL GOL DE AL-OWAIRAN A BÉLGICA

                                                                                   En el mundial de EE.UU. 1994, Arabia Saudita jugó por primera vez en una fase final de una copa del mundo. La selección pasó la fase de grupos pero luego quedó eliminada en los octavos de final a manos de Suecia, cumpliendo una digna actuación. Consiguió llegar a dicha instancia cuando derrotó de forma sorpresiva a Bélgica por 1 a 0,con un estupendo gol anotado por  Saeed Al-Owairan. En esa jugada corrió 80 metros esquivando a cinco rivales y luego definió  con un tiro en diagonal al ángulo, ante la salida de  Michel Preud'homm -quien luego sería elegido el mejor guardavallas del certamen-. Este gol fue considerado el mejor del torneo, y fue comparado con el que convirtió Diego Maradona ante Inglaterra en la edición de 1986 disputada en México.
Luego de esta hazaña Al-Owairan fue apodado “El Maradona del Golfo Pérsico”.

viernes, 9 de marzo de 2018

¿EL MEJOR ARQUERO ESPAÑOL DE TODOS LOS TIEMPOS?


                                                                               





Según una encuesta virtual realizada por la revista Marca en el año 2011, Iker Casillas es el mejor guardameta español de todos los tiempos. Los resultados de la encuesta realizada por MARCA.com al respecto no parecen dejan lugar a dudas: el ex portero del Real Madrid se lleva casi el 68% de los votos, frente al 12% de Valdés, el 8% de Arconada, el 7% de Iribar, el 3% de Zamora y poco más del 1% de Zubizarreta y Ramallets.
Estos datos coinciden con las alabanzas recibidas en los últimos años por la prensa especializada, entrenadores y por sus compañeros de profesión. Xavi Hernández ya lo dejó claro antes del partido frente a Inglaterra en el que Iker igualara el número de internacionalidades de Andoni Zubizarreta (126). "Es una maravilla de portero, nos ha salvado de muchas derrotas, siempre tiene esa estrella que todos tienen. Cuando todo está perdido, aparece Iker y te salva. Siempre tiene un crédito más, una vida más. Como persona es fantástico. Es un capitán que hace unión en el vestuario. Me quedo más con la persona que con el jugador", dijo el centrocampista de Barcelona.
Ante Costa Rica, Iker se convirtió en el futbolista español que más veces ha defendido la camiseta de la selección (127). Tres porteros históricos de La Roja como Zubizarreta, Arconada e Iribar hablan lo tienen claro: "Es el mejor", coinciden.
Casillas debutó con su selección 3 de junio de 2000 y con ella ha ganado una Eurocopa y un Mundial. La encuesta no es lo único que sostiene la hegemonía de este portero de 36 años. Fue considerado durante un lustro, el mejor golero del mundo por la FIFA y la UEFA, a través de sus galardones XI Mundial FIFA/FIFPro y Equipo del año UEFA. La IFFHS también lo eligió durante cinco años consecutivos mejor guardameta del mundo, de 2008 a 2012. Asimismo fue incluido ininterrumpidamente entre 2007 y 2012, en la lista final de candidatos al Balón de Oro.
Los logros obtenidos parecen mucho más convincentes que los últimos tramos de la carrera futbolística de Casillas. Ese tramo parece no haber influido en el resultado de la compulsa. Tampoco, que la mayoría de los opinantes seguramente no vieron atajar a Zubi, Arconada, Iribar, Arconada, Reyna o Ramallets. Así parece sugerirlo el hecho de que el segundo en la votación, Víctor Valdés, es también un contemporáneo del ganador.



lunes, 5 de marzo de 2018

IVAN ERGIC,EL FUTBOLISTA MARXISTA

                                                                           

Iván Ergic, futbolista de origen balcánico, que militó en el Basilea suizo y su polo que eran las internaciones psiquiátricas por depresión en primera persona, fue además un activista político y un gran humanista, por cierto crítico del sistema capitalista y de la maquinaria trituradora del fútbol superprofesionalizado, incapaz de distinguir las diferencias y las exterioridades..
 “Para el fútbol es lo mismo ser homosexual que tener problemas psiquiátricos. Ambas cosas son un tabú, y no debería. Es un espacio donde el machismo y esa virilidad mal entendida pueden llevar a la depresión al diferente. Todo aquel que no encaja en el modelo de futbolista profesional es apartado. A mí me dicen que soy débil y gay por estar deprimido” –  decía Ivan Ergic
Sobre Karl Marx expresaba «Sí, claro. Hace ya 150 años que Marx mostró las contradicciones del capitalismo y los males que el dinero provoca en el mundo. En esto el fútbol no es una excepción, y me niego a ser un futbolista conformista. Marx escribió que el capitalismo destruiría la naturaleza humana y daría paso a la alienación absoluta. En esto tenía razón», razona Ergic.
Ivan Ergic nació en 1981 en Sibenik, Croacia, lugar mundialmente famoso por ser la patria chica del jugador de baloncesto Drazen Petrovic. Su padre, Mitch, «un marxista no dogmático», según lo define el propio Ergic, le mostró el camino para ser un joven que se preocupaba por el mundo y se hacía preguntas. De niño, la Guerra de los Balcanes y un país destrozado les llevó a emigrar a Australia.
Allí comenzaría su carrera futbolística profesional. Medio centro con un potente disparo a puerta, su juego no pasó desapercibido para los mejores clubes del mundo y en 2000 la Juventus lo firmaba para cederlo al Basilea suizo. Allí, Ergic se labró un prestigio de jugador importante y no pasa mucho tiempo hasta que el club helvético desembolsaba algo más de 1,3 millones de euros por quedárselo en propiedad. Su carrera ascendía hasta que en 2004 comenzó a sentirse mal. Creían que tenía una mononucleosis. Pero no: lo que padecía era una profunda depresión.
Ingresó en la Clínica Universitaria de Basilea en junio de ese año y allí permaneció cuatro meses. La reacción del mundo del fútbol fue apartarlo. Y la de Ergic, denunciar cómo el balompié profesional mata al diferente. «Para el fútbol es lo mismo ser homosexual que tener problemas psiquiátricos. Ambas cosas son un tabú, y no debería. Es un espacio donde el machismo y esa virilidad mal entendida pueden llevar a la depresión al diferente. Todo aquel que no encaja en el modelo de futbolista profesional es apartado. A mí me dicen que soy débil y gay por estar deprimido», declaró.
El Basilea mantuvo al futbolista en la plantilla e incluso lo hizo capitán, una distinción a la que renunció voluntariamente en 2006. Jugó ocho temporadas en el club azul y rojo, con el que ganó cuatro Ligas y cuatro Copas, y llegó a disputar la Liga de Campeones. También participó en el Mundial de 2006 con Serbia, país que le ofreció un puesto y con el que jugó once veces hasta que pidió no volver a ser convocado porque le espantaba el ultranacionalismo que rodeaba al equipo. En 2009, el nuevo técnico del Basilea, Torsten Fink, decidió prescindir de él. Lo fichó el Bursaspor Kulübü, un modesto equipo con el que sorprendentemente se proclamó campeón de la Liga turca. Al año siguiente jugó la Champions (fue arrasado en la primera fase, incluyendo un 0-4 y un 6-1 del Valencia) y al finalizar la campaña 2010-2011, con sólo 30 años, Ivan Ergic abandonaba el fútbol.
Siempre había sido un hombre de izquierdas que frecuentaba poco los ambientes futbolísticos y se sentía más cerca de sus amigos periodistas, escritores y del entorno universitario. Pero a raíz de su ingreso, su visión del mundo cambió. Decidió prescindir de su agente y tuvo claro que la presión del fútbol profesional había sido la causante de su depresión. Se lo tomó todo de otra manera.
Desde diciembre de 2008 mantiene una columna en el periódico serbio Politika, el más antiguo y prestigioso de los Balcanes. El jugador es un estudioso de la Escuela de Frankfurt, la corriente de pensamiento seguidora de las teorías de Marx, Friedrich Georg Engels y Hegel, que elaboró la teoría crítica de la sociedad contemporánea. Ergic cita de carrerilla textos de Theodor Adorno, Herbert Marcuse y Erich Fromm y comparte su visión marxista de la sociedad. En sus textos, impropios de un jugador de fútbol, combate la desideologización de la posmodernidad y busca dinamitar los cimientos filosóficos de un mundo tan competitivo y capitalista como el fútbol.
“Cada vez importa menos lo que ocurre en el terreno de juego: se habla de sus vidas privadas, se fomenta su imagen, su estética. Una rueda de prensa es tan importante como un partido. Siguiendo una lógica hollywoodiense, separan a los jugadores de la realidad, mostrándolos en vallas publicitarias, televisiones, revistas o videojuegos. Al final, no hay diferencia entre un futbolista y un personaje de Disney. El jugador es un producto y el aficionado es un consumidor. La profesionalización los ha separado completamente” – Ivan Ergic
Por ejemplo, en uno de sus textos denuncia lo que, a su juicio, es la falsedad del sueño del futbolista, que para él ha sustituido al sueño americano: «El fútbol, como otros deportes altamente profesionalizados, sirve para entretener y para mostrar a las clases más pobres que tienen las mismas oportunidades que el resto de ser ricos y famosos. Es la manera más pérfida de ser explotados, no sólo con un propósito ideológico, sino como propaganda de un cuento de hadas donde se puede huirde la miseria. Así, la industria del fútbol se beneficia de aquellos que no pueden tener lo más básico. Ese cuento de hadas sirve para engañar a niños que viven en la pobreza y que nunca podrán acceder a la educación que necesitan para ser médicos, abogados o banqueros. Y no se quejarán por ello».
Ergic fue, sin duda alguna, un jugador distinto. Y no por su calidad, que la tenía, sino por su especial capacidad para observar y criticar el mundo del siglo XXI y dentro del, ese fabuloso negocio llamado fútbol.
Fuente: revista Un caño.

viernes, 2 de marzo de 2018

LA BATALLA DE SANTIAGO VERSIÓN FÚTBOL


                                                                                 

El 2 de junio de 1962 se disputó  un  recordado  partido correspondiente al Mundial de Chile en el que se enfrentaron el local y su similar de Italia.
A ese encuentro, jugado en el Estadio Nacional  se le denominó “La Batalla de Santiago”, debido a la cantidad de faltas y agresiones que hubo durante el mismo que terminó con dos jugadores italianos expulsados. Y  a eso se le sumó el polémico arbitraje del inglés Ken Aston.
La previa del encuentro se enrareció por las críticas de parte de la  prensa italiana contra  la propia ciudad de Santiago de Chile donde se disputó el match.
A los 6 minutos de iniciado el encuentro, el ítalo-argentino Humberto Maschio le hizo una falta a Leonel Sánchez y unos minutos después los sudamericanos golpearon al propio Maschio, lo que derivó en la primera trifulca. El árbitro, en un primer momento, echó a los fotógrafos  que entraron a la cancha y luego –en un tumulto- a Giorgio Ferrini, quien al principio se negó a abandonar la cancha, por lo que  terminaron interviniendo las fuerzas de seguridad, retirándolo  de la misma. El partido estuvo parado ocho minutos.
                                                                             

Unos minutos más tarde Mario David, recibió un golpe de Leonel Sánchez y quedó dos minutos en el suelo. Pero cuando se reanudó el juego, David agredió  a Sánchez y el juez Aston lo expulsó.
En la segunda parte, Chile puso el 2 a 0 definitivo por intermedio de Jaime Ramírez Banda y Jorge Toro,  resultado éste con el que los sudamericanos pasaron a la siguiente ronda, mientras que Italia tras empatar en la fecha siguiente de la fase de grupos quedó eliminada del mundial.
Este partido fue considerado por la prensa de todo el mundo como uno de los partidos  más violentos de la historia de los mundiales , a tal punto que  un periodista inglés que debió retransmitirlo en diferido para la televisión de su país los caracterizó de la siguiente manera: "El juego que están por presenciar es la exhibición de fútbol más estúpida, espantosa, desagradable y vergonzosa, posiblemente, en la historia de este deporte".

EL PRIMER PARTIDO QUE JUGÓ LA SELECCIÓN DE SAN MARINO Y EL PRIMERO OFICIAL

  Si bien la federación sanmarinense de fútbol se fundó en 1931 y se afilió, tanto a la FIFA como a la UEFA en 1988, dos años antes, el 28 d...