En el partido disputado por Bulgaria y México en los octavos de final del Mundial de 1994 que se jugó en los Estados Unidos ocurrió un hecho muy particular. En esta oportunidad la selección de Bulgaria derrotó a México por penales, tras igualar 1 a 1 en el tiempo reglamentario.
Lo curioso fue que, en un tiro de esquina de Bulgaria que ejecutó Kassimir Balakov, el defensor mexicano Marcelino Bernal rechazó la pelota de cabeza en la línea, mandándola de vuelta al corner . Tras ello el jugador se llevó puesta la red y el arco, que terminó rompiéndose en la parte de un sostén. El partido estuvo parado entre cinco y diez minutos hasta que operarios de la organización sacaron el arco roto, trajeron otro de repuesto, lo acomodaron y el partido continuó normalmente.
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