En los cuartos de final del mundial de 1954 realizado en Suiza se enfrentaban Hungría -el equipo del momento- y Brasil, en el Wankdorfstadion de Berna, el 27 de junio de ese año.
El encuentro fue conocido como "La batalla de Berna", tal como lo denominó un periodista ingles, debido a la violencia que hubo en el partido. Este fue uno de los cotejos más violentos de toda la historia de los mundiales.
El partido terminó con triunfo por 4 a 2 a favor de los húngaros que avanzaron así a las semifinales del torneo. Los goles de Hungría fueron marcados por Nandor Hidegkuti, Sandor Kocsis, en dos oportunidades, y Mihály Lantos, mientras que Djalma Santos y Julinho anotaron para Brasil.
El árbitro inglés Arthur Ellis expulsó a tres jugadores, a Nilton Santos y Humberto de Brasil y József Bozsik de Hungría.
En el partido se cometieron 42 faltas y Hungría tuvo dos penales a favor, mientras que a Brasil le otorgaron un penal a su favor. Cuando el árbitro dió por terminado el partido, en medio de las protestas que recibía el juez de parte de los brasileños, comenzaron las peleas entre ambos entrenadores y jugadores de los dos equipos en camino a los vestuarios, además de intervenciones de las fuerzas de seguridad suizas. Ferenc Puskas, la máxima máxima figura del equipo húngaro que no jugó ese partido por una lesión, fue acusado de haberle arrojado una botella a Pinheiro que recibió puntos, al igual el entrenador húngaro Gusztáv Sebes que, producto de la pelea, recibió también cuatro puntos de sutura.
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