El 14 de mayo de 1981 el Tottenham Hotspur se consagró campeón de la Copa FA. Tenía a dos argentinos como estandartes del equipo: Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa, y derrotó en la final al Manchester City por 3 a 2 en Wembley.
Lo más destacado fue el segundo de los goles que marcó Ricardo Villa en el que, luego de agarrar la pelota pisó el área, gambeteó a dos rivales y, ante la salida del arquero Joe Corrigan, definió marcando un golazo que selló el 3 a 2 definitivo.
Este gol fue considerado como el mejor gol marcado en Wembley del siglo XX.
Además de este tanto, Villa convirtió otro más. El restante de los Spurs lo marcó Garth Crooks, mientras que los goles del City fueron de Steve MacKenzie y Kevin Reeves.
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