Luego de que Inglaterra ganara el mundial de 1966 ( el único de su historia y en el que fueron locales) en el el capitán Bobby Moore, quien recibió la Jules Rimet -Trofeo de la Copa Del Mundo en aquél entonces- realizó un particular festejo. Previamente habían agarrado la copa varios jugadores pero, cuando llegó a las manos Nobby Stiles, este agarró el trofeo con la mano izquierda y, mientras se lo exhibía al público presente, realizó un particular baile que consistía en realizar saltos y movimientos desarticulados mientras, en la otra mano, llevaba la dentadura postiza que debía usar debido a que había perdido varios de sus dientes.
Esta escena resultó ser una de las más curiosas en lo que respecta a la historia de las Copas Del Mundo y fue una imagen icónica en la historia, tanto del futbol como del deporte británico.
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