El 26 de marzo de 1959 se disputaba el campeonato sudamericano (Hoy Copa América) y se enfrentaban por el torneo continental Brasil y Uruguay en el Estadio Monumental de River Plate.
Brasil tenía en sus filas a figuras como Pelé, Didí, Djalma Santos, Mario Zagallo, Bellini y Garrincha, que habían ganado el mundial del año anterior (1958) en Suecia. Uruguay por su parte tenía a jugadores como William Martínez, Néstor Gonçalves y Pepe Sasía, entre otros.
Los brasileños habían formado de la siguiente manera: Castilho (Gilmar), Djalma Santos, Bellini, Coronel (Paulo Valentim) Formiga, Orlando, Garrincha (Dorval), Didí, Almir, Pelé y Chinesinho.
Uruguay puso en el terreno de juego al siguiente equipo: Juan Carlos Leiva, William Martínez, Alcides Silveira, Walter Davoine, Néstor Goncálvez, Juan Carlos Mesías, Carlos Borges (Roque Fernández), Héctor Demarco, Vladas Douksas, José Sasía y Guillermo Escalada (Zelmar Aguilera).
El partido terminó 3 a 1 a favor de los brasileños con tres goles de Paulo Valentim, -aquel jugador que pocos años después brillaría en Boca Juniors-, mientras que para Uruguay marcó Guillermo Escalada.
El hecho remarcable fue que, cuando promediaba la media hora del partido, un choque entre Almir y Leiva derivó en una batalla campal en la que se pelearon los futbolistas de ambos equipos. El altercado involucró a unas 50 personas aproximadamente, entre ellos reporteros gráficos y hasta integrantes del cuerpo técnico.
Cuando el clima se descomprimió el cotejo siguió y el árbitro chileno Carlos Robles expulsó a dos jugadores por equipo, Davoine y Goncálvez por Uruguay, y por Brasil a Orlando y Almir.