En la última jornada del Grupo A del mundial de 1978 se enfrentaron Francia y Hungría -ambos eliminados a esa altura de la competición- en el estadio mundialista de Mar Del Plata-hoy llamado José María Minella-, en un partido que terminó con resultado favorable al equipo francés por 3 a 1.
Este partido tuvo una recordada particularidad: como Francia y Hungría habían llevado un juego de camisetas blancas, el encuentro debió demorarse más de media hora ya que hubo que conseguir de urgencia un juego de camisetas para que el conjunto francés pueda jugar el partido. Ahí fue cuando apareció la posibilidad de que los galos utilizaran la casaca del Kimberley marplatense (verde y blanca), que tenía numeración corrida que iba únicamente de los números 1 al 16. Vale decir que los jugadores franceses lucieron un número en su camiseta y otro en su pantalón.
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